Falta poquito para que nuestros quintos básicos reciban por primera vez a Jesús consagrado. Por eso es bueno que vivan otras experiencias, que vivencien lo que el evangelio anuncia y lo que memoramos domingo a domingo en cada eucaristía.
Por eso el equipo de pastoral decidió que una buena idea era terminar agosto con solidaridad. El viernes 30 niñas y niños que recibirán este sacramento, llegaron hasta el Hogar de ancianos Hermanitas de los Pobres ubicado en Gómez Carreño, en Viña del Mar, que atiende a 80 personas mayores.
Acompañados de algunas mamás y papás, los estudiantes pudieron conversar, estar junto a ellos mientras comían algo y hacer dinámicas de preguntas. La tarde se alargó porque la actividad fue muy provechosa y llena de sentido.