Por Rosa María Contreras
Es una alegría inmensa, poder reunirnos en este hermoso tiempo de Adviento y prepararnos para la venida del niño Jesús en Noche Buena.
Se aproxima el tercer domingo de adviento, que simboliza la Alegría, y decir todos a una sola voz: ”Ven Señor, no tardes».
Anhelamos que nuestros corazones se vayan transformando en pesebres cálidos donde Jesús, nuestro salvador pueda nacer.
Queremos agradecer a todas las personas que de una forma u otra han colaborado para hacer realidad todas las actividades pastorales y podamos vivir esta Navidad comunitaria, en comunión con Jesús.
El presidente del Centro General de Padres Hernán Piña encendió la velita del tercer domingo de Adviento como signo de llevar la Luz a la Comunidad de los Sagrados Corazones.
Vivimos un momento de recogimiento cuando fuimos escuchando el relato de lo que fue esa noche santa.
Los personajes del pesebre, representados por los niños y papás presentes, los villancicos, cantados por estudiantes y exalumnos del colegio, nos ayudaron a viajar espiritualmente al Portal de Belén, conmemorar esa noche sublime.
Luego vino el compartir fraterno, donde los niños gozaron escribiendo en una estrella sus deseos y las iban colocando en el árbol de los deseos y algunos niños llevaron una carta al niñito Jesús.
Los asistentes estaban felices compartiendo, conversando entre ellos, estrechando vínculos.
El lugar se decoró con un árbol de Navidad y un pesebre, preparado por los estudiantes de I Medio B y un árbol, que regaló una tía de un estudiante, para la noche de Navidad.
Como equipo de Pastoral les agradecemos a todas las personas, su participación, compromiso. La entrega a todos y cada uno, para seguir creciendo en comunidad en el amor, la fe y la esperanza.