La infancia que muere de hambre sí nos importa

por | Ago 29, 2025 | Noticias SSCC

“Paz en todo tiempo y lugar. Educar para la paz…” Con ese espíritu, cerca de un centenar de personas —entre familias, jóvenes y comunidades de pastoral de los colegios SS.CC. Monjas Francesas de Viña del Mar y del Liceo Nuestra Señora de la Paz— se reunieron la tarde del jueves 28 de agosto para caminar y orar por la paz, recordando a los más de 60 mil muertos que ha dejado la violencia en torno a la Franja de Gaza.

La peregrinación comenzó en la calle Limache, frente a la parroquia San Benito, y se extendió hasta la capilla del Colegio SS.CC. Viña del Mar. Durante el trayecto, dividido en cuatro estaciones, se fueron levantando oraciones, cantos y signos profundamente conmovedores: piedras envueltas con nombres de niños fallecidos en Gaza, flores, velas, aceite y pan como símbolos de esperanza y solidaridad.

En cada paso, el silencio, la oración y el acompañamiento de transeúntes y automovilistas —que con bocinas y gestos de apoyo se unían al mensaje— fueron confirmando que la paz es un anhelo compartido por muchos.

Constanza Mendoza, III medio Liceo Nuestra Señora de la Paz

“Fue muy lindo, en verdad que sí. Vine porque siento que es una buena instancia de poder hacer justicia. Este tema muchas veces se olvida y es bueno tomar conciencia y concientizar a otros, aunque sea un granito de arena. Me gustó mucho que la gente nos apoyara con sus bocinas, porque entendieron el mensaje que queríamos entregar”.

Cada estación ayudó a hacer visible el dolor de la guerra, pero también el compromiso de quienes creen que la educación y la fe pueden abrir caminos de reconciliación.

Ali Llancapani, exalumno Liceo Nuestra Señora de la Paz

“Vine por el movimiento de poder apoyar al pobre pueblo de Palestina. Es importante. No nos cuesta nada tener empatía por el prójimo y eso hay que promoverlo”.

El recorrido concluyó en la capilla del Colegio SS.CC. donde, en un clima de recogimiento, se entregaron las piedras con los nombres de los niños, se encendieron velas y se celebró la Eucaristía. Allí, el silencio orante fue tan fuerte como las palabras, uniendo los corazones en una sola súplica: paz para los que sufren.

Patricia Rodríguez, apoderada del Liceo Nuestra Señora de la Paz

“Vine motivada por esas personas muertas tan injustamente, por una guerra que nosotros no vemos ni imaginamos cómo puede ser. Esta es una forma espiritual de hacer algo por quienes están tan lejos y nos necesitan tanto”.

La caminata fue posible gracias a la organización conjunta de las pastorales de ambos colegios y al trabajo de muchas personas que soñaron este momento.

Graciela Garay ss.cc.

“Es importante agradecer a todos los que hicieron posible este momento, en especial a la profesora Nery Román que insistió e insistió hasta que logramos articular esta caminata de apoyo a quienes sufren esta tragedia”.

Fue un gesto sencillo, pero cargado de símbolos y fe, que quedará grabado en la memoria de quienes participaron, especialmente de los más pequeños. Una oportunidad de educar para la paz y de demostrar, con actos de esperanza como este, que otro mundo es posible.