Era 1838 cuando el Zelima se detuvo frente al puerto de Valparaíso. Ahí venían 12 religiosas de los Sagrados Corazones porque cuatro años antes ya había llegado un pequeño grupo de religiosos. Era importante venir, había mucho por hacer.
Así comenzó esta historia que esta semana tuvo un momento importante. Cuatrocientos jóvenes se reunieron a repasar lo ocurrido en esos años. Venían de 3 colegios de las hermanas y casi todas las obras de los hermanos. Se juntaron, se conocieron, compartieron, rezaron, vivieron la adoración al santísimo, bailaron, cantaron, celebraron juntos la acción de gracias. Todo eso se llama, según nuestro carisma; fraternidad.
Por eso «Desde la raíz, renovamos la vida» fue el lema de este encuentro al que asistieron 70 jóvenes y 10 asesores de los colegios de Providencia, Álvarez y Nuestra Señora de la Paz quienes pudieron disfrutar de esta jornada que comenzó el martes 26 y terminó la mañana del 30 de diciembre. Las hermanas Marta Montecinos y Graciela Garay acompañaron estos días. Pero nada mejor que repasar lo que ocurrió en las mismas voces de los protagonistas:
Isidora Rodríguez – SS.CC. Providencia
El encuentro fue una oportunidad muy linda para abrirme a conocer nuevas cosas y tener una nueva experiencia con la religión, pasando de verla de una manera mucho más conservadora a contemplarla desde el amor y la cercanía. Estos espacios te abren a explorar tu espiritualidad y a vivir experiencias muy distintas, las cuales me marcarán el resto de mi vida porque este encuentro me entregó nuevas herramientas para participar en actividades en comunidad.
Bruno Rojas – SS.CC. Nuestra Señora de la Paz
“Fue una experiencia grata, muy divertida. Hubo de todo un poco; hubo risas, algunos compartieron experiencias personales y experiencias familiares que fueron enriquecedores. Si hubiera otro me gustaría ir otra vez para encontrarse con viejos conocidos y gente nueva. Fue increíble, pudimos cantar, hubo actividades religiosas para enriquecerse, fue una experiencia maravillosa. Muchas gracias a todos los que se esforzaron por hacer esto posible, y espero un tercer encuentro”.
Sofía Isla – SS.CC. Providencia
“Lo que me gustó del EPJ es que sentí que intentaron mezclar dos cosas; la parte más religiosa con el compartir en comunidad. Y eso es bueno porque como fueron hartos días hubo tiempo para hacer ambas cosas. Es bonito ver que la congregación es tan grande y también es bonito sentirse parte de eso tan grande donde hay tantos jóvenes que comparten tantas cosas con una. Yo siento que estaba bien organizado, no había de qué preocuparse, solo teníamos que pasarlo bien, y eso se agradece mucho”.
Martina Gutiérrez – SS.CC. Monjas Francesas Viña del Mar
“Mi experiencia en el encuentro fue muy buena, tanto del lugar como de las personas. La gente que fue hacía que una se sintiera muy cómoda, muy segura y bien. Las actividades que se hicieron fueron muy divertidas y otras hacían reflexionar harto, fue demasiado impresionante la motivación que todos tenían y que hacía que una se sintiese igual al resto”.
Graciela Garay ss.cc.
“La experiencia del encuentro siempre es buena porque trae nuevas amistades, trae nuevas relaciones y nuevas experiencias. Creo que para las personas que constantemente nos estamos encontrando esto nos abre la posibilidad de volver a vernos, volver a estar, volver a fortalecer la amistad, volver a compartir momentos y experiencias. Y para los jóvenes que vivieron este segundo encuentro les abre la posibilidad de tener experiencias con otros. Todos los jóvenes que participaron lo vivieron intensamente. Estaban todos en la misma línea y querían estar compartiendo experiencias de encuentro, de cercanía y de servicio. Creo que fue una instancia donde increíblemente el Señor estuvo con nosotros… donde otros se pudieron encontrar con ellos mismos, otros se pudieron encontrar con personas conocidas y también hay jóvenes que se pudieron encontrar con Dios y hay algunos que recién lo conocieron, y eso, a las personas adultas que estuvimos ahí nos enternece el corazón. Creo que fue una experiencia maravillosa que abrió la posibilidad de mirarnos, de mirar al otro, de mirar al que lo necesita, y a compartir. Fueron días muy intensos pero hermosamente compartidos”.
Martina Henríquez – SS.CC. Nuestra Señora de la Paz
“Para mí fue un muy buen momento. Es la primera vez que participo y jamás pensé que podría conocer a gente de Santiago o de Conce, y gracias a las comunidades que se formaron aprendí que se puede compartir con más gente aunque seamos todos desconocidos y la podemos pasar bien y conocernos. Aprendí muchas cosas, me vine con muchas enseñanzas y me gustaría participar en otro y seguir conociendo a gente muy bonita al igual que los asesores que fueron muy simpáticos. Quedé muy feliz”.
Marta Montecinos ss.cc.
“Fue buena la participación, la alegría de los jóvenes, el compartir la fraternidad y la solidaridad. Fue un espacio de mucha riqueza en la que jóvenes que se vieron por primera vez, era como que se hubieran visto antes. Eso es muy propio de nuestra espiritualidad; el sentirse familia y parte de un todo, una sola congregación de hermanas, hermanos y laicos. Nosotros como hermanas siempre queremos que chiquillos y chiquillas de nuestros colegios tengan un sentido de pertenencia para que vaya creciendo en el corazón el sentir que son parte de esta gran familia de los Sagrados Corazones, entonces esa es una tremenda riqueza que les podemos brindar y de sentirse que su vida va por un camino que el Señor les invita. Siempre tratamos de propiciar que ellos tengan la posibilidad de participar en estos encuentros con el Señor de la vida y con los demás también. Siento que les crece el corazón. Yo miraba a los jóvenes que iban con nosotras y estaban felices, y eso vale siempre la pena. Estoy muy contenta, agradezco la coordinación y la preparación. Muy contenta y agradecida con el Señor que me da la posibilidad de tener estas instancias de compartir con los jóvenes que a una la llenan de energía y de esperanza y de buscar nuevos y mejores caminos para quienes se nos han confiado en nuestras comunidades educativas”.
Ignacia Fry – SS.CC. Providencia
“Fue una experiencia que sin duda no voy a olvidar porque me llevo recuerdos muy bonitos y a personas con las cuales pude compartir y conocer. Pude conocer a gente de distintas partes y haber podido convivir con ellas. También estoy muy feliz de haber sido parte de este maravilloso encuentro que fue organizado con mucho amor y mucha dedicación. Agradezco a las personas que trabajaron para que este momento se pudiese llevar a cabo”.
Matías Aravena – SS.CC. Providencia
“Me parece que el EPJ 2023 fue una bonita experiencia porque nos entregaba diferentes visiones sobre la realidad de las personas mediante distintas actividades que se realizaron con las comunidades conformadas allá. Además era un entorno amigable y placentero”.