Conocidos como los “Mártires de la Comuna”, el sábado 22, en la iglesia de Saint Sulpice, en París, fueron beatificados cuatro religiosos de nuestra congregación y uno de la Sociedad San Vicente de Paul.
Fue un fin de semana de fiesta Sagrados Corazones en París. En los mismos lugares donde surgió la congregación en tiempos duros y en una Francia convulsionada, hoy nos llenamos de alegría porque se beatificó a los primeros cuatro religiosos franceses.
Desde el viernes 21, en la víspera de la beatificación, cuando todo el mundo se unió en oración, adoración y vigilia por este festejo, hasta el domingo 23 en que se celebró una acción de gracias presidida por el superior general de los hermanos, Alberto Toutin ss.cc.
El sábado, en la iglesia de Saint-Sulpice, en París se vivió la beatificación presidida por el cardenal Macello Semeraro, Prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, en un templo repleto por laicos vinculados a la congregación, religiosas y religiosos Sagrados Corazones y la familia de San Vicente de Paul, orden a la que pertenecía el quinto beatificado, Henri Planchat.
Ladislas Radigue, Polycarpe Tuffier, Marcellin Rouchouze y Frézal Tardieu, los 4 religiosos ss.cc., fueron asesinados en lo que se conoció como “Comuna de París”, un estallido obrero-juvenil que duró 60 días y cobró miles de muertes.
Al finalizar la ceremonia de beatificación, el sábado, el superior general de la congregación, Alberto Toutin agradeció diciendo que “Desde ahora, la Iglesia que camina en París y nuestra Congregación cuentan con la intercesión de nuestros hermanos que contemplan al Señor Jesús. Ayúdanos a dejarnos modelar por las actitudes, las opciones y los gestos de los corazones de Jesús y de María: a ponernos confiadamente en las manos de Dios Padre, a hacer el bien sin ruido, a tener la mirada fija en ti, Jesús, a amar y perdonar incluso a nuestros enemigos, a situarnos con lucidez evangélica en el tiempo presente, y a compartir la felicidad de una vida entregada porque Tú, Señor, no dejas de amarnos, a pesar de todo, por medio de tu Iglesia”.
El domingo se celebró la eucaristía en la casa madre de Picpus, en París, a la cual asistieron los hermanos y hermanos y algunos laicos invitados a la esta fiesta congregacional.